Como somos más, hacemos el tonto todos.

A la primera llamada entendieron perfectamente lo que quería y en tiempo record me instalaron el supermegakit completo. Puedo llamar, navegar, ver cien mil canales y hasta hicieron un amago de contarme un chiste. Pero al primer contratiempo, llamas al teléfono de atención para decir que nada funciona y te dan otro número. Llamas y tras hacer el pino con el router en el sobaco y reiniciar se dan cuenta que mira por donde el fallo va a ser, cosa rara nunca había pasado, que me han instalado un equipo defectuoso. Me indican que vuelva al número del principio y curse una reclamación. Al cursarla me dicen que el margen de días en los que se atenderá mi queja oscila entre 48 horas y una semana. Un poquito harta, porque aparte de las vueltas cada vez te toca un operador nuevo y tienes que contar la historia del teléfono desde que lo inventó Bell, les digo que quiero darme de baja absolutamente de todo a la velocidad del sonido, para lo cual me informan, el número es otro. A estas alturas por una llamada más, pse, así que cuento hasta 1…..2……3…..45678910 y solicito a la mecánicamente amable señorita que quiero prescindir de los servicios contratados. ¿Cuál exactamente?

Mire usted, quiero dar de baja la TV, Internet, llamadas, la línea y por no querer, no quiero ni la gorra de Movistar y eso que el verano va a ser duro. Espera un minuto y me dice que para eso necesito llamar de 9 a 22 o solicitarlo por Internet (que hábil, como no funciona…)
Os llevo a casa, nada mas llegar la cosa no funciona. Al intentar solucionarlo no se arregla ni con dialogo ni con paciencia. No paráis de hacer promesas que nunca vais a cumplir. No me escucháis y encima me habláis como si fuera tonta. Sois cortos, desorganizados e incompetentes en todas las áreas. ¡Quiero el divorcio y lo quiero YA!

Y en esas estamos, posteando desde la clandestinidad del trabajo a la espera de lo que quieran hacer.