Se va el amante bandido

Miguel Bosé ha anunciado que cuando concluya su gira, a finales de este año, dejará de cantar para siempre ¿Sus grandes éxitos?
Ay, va a dejar su papitour para ser papitorrr de la pradera.
Se tomará unas merecidas vacaciones y hará todo lo que hace un buen retirado que se precie: Jugar a la petanca, mirar obras y demoliciones, hacer pis en el mar Mediterráneo, etc.
Lo que desde luego le va a distinguir de otros jubilados es la preocupación económica porque para eso se ha esforzado, para vivir del cuento….digo del canon.
Se puede permitir no solo dejar de trabajar, también decir que él no está dispuesto a seguir con el ritmo que marca el mercado de la música. ¡Claro! Sujetar un micrófono, dar dos vueltas con lo que se suda, y aburrir al hotel de turno con exigencias, no vaya a ser que no se note que eres un artistazo, debe dejar agotado a cualquiera. Para que luego vengan las Spice girls que son más, sujetan mejor los micrófonos, dan mas vueltas y vendan mas discos. Y es que con eso que hay mas horteras que amantes de la música, la cosa está fatal.
Haces muy bien, no trabajes más. Ahora ponte manos a la obra con algún programa debate, tu biografía o siempre puedes colaborar con una buena causa, por ejemplo Esta
Va a ser difícil encontrar a un artista tan polifacético y guapo como tú. Pero bueno, algo encontraremos.

Amor, deseo y afecto

Son tres cosas diferentes pero complementarias entre si.
El amor lo relacionamos con sentimientos intensos que creemos capaces, no solo de proporcionar perfección y felicidad a una relación, sino también hacer que esta perdure eternamente. Si hay amor será para siempre.
El deseo en las personas es tan complejo como el ser humano mismo. No es una cuestión meramente física porque muchas veces necesitamos amor o afecto para estimularlo.
El afecto es el sentimiento que menos miedo nos da por su apariencia inofensiva sin embargo es el mas poderoso de todos.
Porque tanto el amor como el deseo son pasajeros.

Sirven para captar la atención, la exclusividad muchas veces de las personas. La duración depende de los implicados pero tiene fecha de caducidad anunciada. No digo que sean inútiles, al contrario, pueden ser la antesala de una relación de calidad, lo único que pienso que no son el pilar.
El pilar es una mezcla formada por la fuerza de los primeros momentos de amor y deseo, por la admiración hacia esa persona que está con nosotros, la tolerancia a las diferencias que nos puedan separar, el respeto que debemos tener pero también exigir.

El nombre de ese cocktail es afecto y eso si puede ser para toda la vida. Con los ingredientes amor y deseo podemos tener la pareja que buscamos, sin ellos, Amistad (en mayúsculas).
Requiere esfuerzo, constancia y los resultados se ven con tiempo.

Así que está bien que busquemos el amor y disfrutemos el deseo, pero sin idealizarlos.

Cuadro que ilustra este post: "Amor" óleo sobre lienzo de la pintora hindú SABIA

Vivir para siempre

La única formula de inmortalidad conocida hasta el momento reside en el recuerdo de las personas que dejaremos atrás algún día.
Viviremos siempre en la memoria de los que nos dieron la vida y en la de los que demos nosotros después. No hace falta mucho para eso, con nacer basta.
Pero para aquellos que iremos encontrando a lo largo de nuestro camino va a depender de nuestro trato con ellos, del suyo para con nosotros, de los sentimientos, de los miedos, de la admiración, de muchas cosas…algunas difíciles de explicar.
Teníamos en el trabajo un cliente de toda la vida, con un trato personal y profesional tan grato que se le consideraba mas bien amigo. Era propietario de una empresa familiar seria y solvente. Siempre que podía iba orgulloso acompañado de su mujer a la que recuerdo siempre con una callada timidez.
Un día vino a anunciarnos que tenía una terrible enfermedad que por supuesto iba a superar. Lo dijo con esa humildad propia de las personas que no quieren llamar la atención más que lo necesario. Me acuerdo como si fuera reciente y mas el día que volvió para decirnos que se moría, que la empresa quedaba a cargo de sus hijos, demasiado jóvenes. Como favor personal pidió que tuviéramos paciencia con ellos.
Ha habido personas en mi vida que me parecían tan imprescindibles que pensé que permanecerían siempre en ella y no solo desaparecieron, sino que además tengo que hacer verdaderos esfuerzos para revivir escenas, palabras y ya no te cuento sentimientos.
Sin embargo cada vez que me viene a la memoria este hombre, inmediatamente siento la misma admiración y cariño que cuando estaba frente a mi. De eso me acuerdo cuando trato con los hijos, intermitentemente impertinentes y con su mujer, que paso de ser callada a ser una grulla insoportable y saco a relucir la paciencia que su padre nos pidió.

Cuadro que ilustra este post: I. d’immortalitat (I de inmortalidad). 1987. de Manuel Boix

Para mujeres

Sacan a la venta un producto destinado exclusivamente a mujeres jóvenes, por lo que se contrata a una empresa de publicidad capaz de atrapar la atención de este sector. Con una propuesta arriesgada y sin reparar en gastos, éste es el resultado:





¡Si Señor! Habéis captado perfectamente en que consiste la menstruación. No recuerdo algo tan genial desde el “A que huelen las nubes”.
Confieso que al ver tal explosión de sonido, movimiento y color, pensé que el anuncio era de piruletas, pero no. Me di cuenta de qué era al ver la compresa de cuatro hectáreas, bueno, la señorita que grita con un megáfono al final ayuda también.
Un acierto las bailarinas deslizándose por el verde valle de la fertilidad. Se me va a hacer largo hasta mi próxima menstruación para coger tres almohadas e ir al trabajo dando volteretas.
Que detalle explicarnos el complicado proceso de la absorción con cuadraditos blancos, bolitas azules y alegres señoritas vestidas de rojo. No es tan sencillo como con plastilina pero queda mas bonito.
Mis felicitaciones a las bailarinas, que coordinación, no se chocan ni una sola vez y mira que es difícil porque son doscientas. En vez de éste, llegáis a hacer un anuncio de preservativos y acabáis con el paro en España.
Un anuncio sencillo, con una música pegadiza (yo que vosotros sacaba el politono para esos días del mes) que ha sabido conectar con mis necesidades y emociones. ¡Enhorabuena!

Como somos más, hacemos el tonto todos.

A la primera llamada entendieron perfectamente lo que quería y en tiempo record me instalaron el supermegakit completo. Puedo llamar, navegar, ver cien mil canales y hasta hicieron un amago de contarme un chiste. Pero al primer contratiempo, llamas al teléfono de atención para decir que nada funciona y te dan otro número. Llamas y tras hacer el pino con el router en el sobaco y reiniciar se dan cuenta que mira por donde el fallo va a ser, cosa rara nunca había pasado, que me han instalado un equipo defectuoso. Me indican que vuelva al número del principio y curse una reclamación. Al cursarla me dicen que el margen de días en los que se atenderá mi queja oscila entre 48 horas y una semana. Un poquito harta, porque aparte de las vueltas cada vez te toca un operador nuevo y tienes que contar la historia del teléfono desde que lo inventó Bell, les digo que quiero darme de baja absolutamente de todo a la velocidad del sonido, para lo cual me informan, el número es otro. A estas alturas por una llamada más, pse, así que cuento hasta 1…..2……3…..45678910 y solicito a la mecánicamente amable señorita que quiero prescindir de los servicios contratados. ¿Cuál exactamente?

Mire usted, quiero dar de baja la TV, Internet, llamadas, la línea y por no querer, no quiero ni la gorra de Movistar y eso que el verano va a ser duro. Espera un minuto y me dice que para eso necesito llamar de 9 a 22 o solicitarlo por Internet (que hábil, como no funciona…)
Os llevo a casa, nada mas llegar la cosa no funciona. Al intentar solucionarlo no se arregla ni con dialogo ni con paciencia. No paráis de hacer promesas que nunca vais a cumplir. No me escucháis y encima me habláis como si fuera tonta. Sois cortos, desorganizados e incompetentes en todas las áreas. ¡Quiero el divorcio y lo quiero YA!

Y en esas estamos, posteando desde la clandestinidad del trabajo a la espera de lo que quieran hacer.